¿Vislumbras en el horizonte una nueva auditoría energética? Estás a tiempo de prepararte para que la auditoría sea un éxito.

Para ello, evita los 7 pecados capitales.

Se acerca 2020, y por tanto, el segundo ciclo de auditorías energéticas para una gran cantidad de empresas.

En el primer ciclo todo fueron prisas.

Desde entonces, hemos contactado con un gran número de empresas y hemos comprobado que el resultado de aquella auditoría no fue el esperado.

En este post enunciamos los 7 pecados capitales de la auditoría energética y te contamos como evitarlos para que esta auditoría sirva como punto de partida para comenzar a gestionar de una manera correcta los consumos energéticos de vuestra organización.

Incumplir la noramativa

En GEN Europe, esperábamos tener un repunte de auditorías energéticas en 2020, tras el pico que tuvimos en 2016. Cuál ha sido nuestra sorpresa cuando hemos empezado a recibir peticiones para la realización de auditorías energéticas un año antes de lo esperado.

¿La explicación? Muy fácil, muchas empresas se están dando cuenta ahora de que aún no habían realizado la auditoría reglamentaria inicial. El Real Decreto 56/2016 obliga a realizar auditorías energéticas cada 4 años a todas aquellas organizaciones que no sean PYMEs. Es decir, obliga a todas aquellas con un volumen de negocio superior a 50 millón de euros o un número de empleados superior a 250).

¿Es este tu caso y no lo sabías? Te recomendamos que cumplas con ella lo antes posible.

Pensar en la auditoría sólo como requerimiento legal

Es cierto. Es obligatorio realizar auditorías energéticas en todas las grandes empresas que no tienen implantado un Sistema de Gestión Energética.
Pero, partiendo de esa base, ¿por qué no aprovechar esto para generar valor en vuestra organización? El periodo de retorno de una pequeña inversión como es la auditoría energética es muy corto.

¿Por qué no considerarlo una oportunidad en vez de una carga? Una buena auditoría energética puede ser convertida fácilmente en tu plan de acción de cara al próximo año y facilitará el cumplimiento de objetivos.

No evaluar el alcance adecuadamente

Según el Real Decreto 56/2016, la auditoría energética debe cubrir, como mínimo, el 85% del consumo energético en la organización. Esto incluye todas y cada una de las fuentes de energía en la organización. Hasta aquí, todo parece muy claro, pero… ¿has pensado en el transporte? En muchas organizaciones, la energía utilizada en la flota de vehículos es, por mucha diferencia, superior a la energía consumida en los edificios.

Para analizar adecuadamente el alcance, es muy importante tener datos disponibles sobre consumos relativos a cada fuente de energía, de manera que el alcance de la auditoría pueda ser elegido y justificado adecuadamente.

No olvides tener también esto en cuenta a la hora de valorar las diferentes ofertas de los auditores energéticos… ¿están todos presupuestando lo mismo? No dudes en pedir aclaraciones que te permitan tomar una decisión objetiva.

Apresurarse en la elección del auditor energético

Elige unos auditores cualificados y con experiencia previa en el sector.

Nos hemos encontrado en muchas ocasiones que, debido a la falta de experiencia de algunos auditores, la calidad de estas auditorías energéticas no fue la esperada, y sus resultados, por tanto, no fueron todo lo provechosos que podrían haber sido. Se detallaban sólo oportunidades de ahorro muy básicas, como el cambio a LED o la optimización de la potencia eléctrica contratada, enmascaradas en farragosos informes con poco valor. En otros casos, algunas de las oportunidades de mejora ni siquiera se podían llegar a implementar porque iban en contra de ciertas normativas sectoriales.

En muchas ocasiones, las grandes oportunidades de mejora en tu organización no requieren de inversión, sino que están asociadas a pequeños ajustes como cambios de consignas, apagado de equipos, ajustes en lazos de control, etc.

Por ello recomendamos que para la elección del equipo auditor se tengan en cuenta factores como la experiencia previa en el sector de la auditoría a realizar o en sectores con tecnología similar. También será positivo que este equipo sea independiente para asegurar que no existen influencias o presiones de otros departamentos a la hora de proponer o no alguna propuesta de mejora.

Apurar hasta el último minuto

La publicación original del Real Decreto 56/2016, indicaba que las primeras auditorías energéticas deberían estar hechas antes del 16 de noviembre de 2016 y establecía un periodo de tres meses posterior a esta fecha para el registro de estas auditorías. Un gran número de empresas realizaron las auditorías energéticas en esos tres últimos meses.
Las consecuencias de esta decisión tardía fueron negativas: Falta de disponibilidad de las empresas expertas en auditorías, baja calidad de las auditorías presentadas, etc. En definitiva, el resultado no fue el mismo que si se hubieran planificado con más tiempo.

En estos últimos meses del año, en GEN Europe estamos teniendo un pico de auditorías considerable en varios países europeos, debido a que sus transposiciones fueron aprobadas en 2015 y necesitan cumplir ahora con el segundo ciclo.

No dejéis que os pase lo mismo en 2020, tomad la delantera y empezad a gestionar estos trabajos lo antes posible para que estas auditorías tengan la calidad que se les debe presuponer y realmente aporten valor a las organizaciones auditadas.

No considerarse parte del proyecto

La empresa es parte imprescindible de una auditoría exitosa. Por ello, te animamos a comenzar a sentar las bases de una buena auditoría. Para ello, te recomendamos:

a) Empezar desde hoy mismo a registrar los valores de consumos y variables que puedan afectar al rendimiento energético de tu organización (las producciones, la ocupación, las horas de trabajo extra, etc.). Esto permitirá realizar un análisis de consumos basado en análisis de regresión, para así calcular unas líneas base adecuadas para cada indicador. Cuanta más información tengamos antes de comenzar la auditoría, mayor partido se le podrá sacar a la misma.

b) Además de las facturas, en ocasiones se dispone de algunos analizadores de red o medidores de consumos, aunque no se hace un seguimiento de los mismos. Revisa si es tu caso, y comienza a recopilar esa información de cara a la auditoría.

c) Genera un listado con los principales equipos que tienes en tus instalaciones. En muchas auditorías que hemos realizado hasta la fecha, estos listados son inexistentes o no se comparten entre distintos departamentos.

Avanzar en todos estos campos facilita que el auditor energético se centre en detectar oportunidades de ahorro y generar valor, en vez de invertir el tiempo en la recopilación de datos. Cuanto más tiempo pueda ser destinado a detectar oportunidades, mejor.

No valorar alternativas

Realizar la auditoría energética es sólo una de las opciones ¿Y si realizar la auditoría energética no es la mejor opción? Valora la implantación de un Sistema de Gestión Energética (SGEn), que exime de la realización de auditorías energéticas para cumplir el Real Decreto. Puedes informarte aquí sobre las diferencias entre ambas soluciones.

O también puedes optar por una solución mixta. Una auditoría energética debidamente realizada por expertos en ISO 50001 puede dejar cubierto alrededor del 60 o 70% de un SGEn, por lo que una inmediata implantación del Sistema sería más sencilla y económica.
Si optas por esta solución, este sería el último ciclo en el que tendrías que realizar una auditoría energética ya que tu SGEn estaría listo muy pronto.

Evita estos 7 pecados capitales y saca el máximo partido a la auditoría energética

Aprovecha esta oportunidad para convertir a la eficiencia energética y la lucha contra el cambio climático en uno de los pilares de tu organización.

 

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