¿Qué diferencia el éxito del fracaso?
¿Puede un sistema de gestión energética cambiar la filosofía de una compañía? ¿Puede la energía ser un pilar fundamental en la cuenta de resultados de una empresa?

Hace ahora dos años, en 2017, Mutua Madrileña recibió el premio mundial a la Excelencia en Gestión de la Energía que otorga CEM (Clean Energy Ministerial), foro global que promueve la implantación de políticas energéticas limpias formado por representantes de la UE y de los gobiernos de 26 países de todos los continentes.
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¿La razón? El impacto de la implantación de su Sistema de Gestión Energética en la compañía.
Ahora en 2019, Areej Vegetable Oil & Derivatives (industria del sector alimentario) ha sido galardonada con el mismo premio.
Pero, ¿qué hace especiales a estos proyectos? ¿Cuáles son las claves del éxito? ¿Por qué son reconocidos internacionalmente?
A través del ejemplo de dos de nuestros clientes, premiados internacionalmente, te enumeramos las claves para la excelencia energética.
1. “La actitud mueve montañas”
La actitud es la clave del éxito. Suena a frase de libro de autoayuda barato, pero es así. No es una sorpresa para nosotros que ambas empresas fueran premiadas, ya que el nivel de compromiso y motivación presentes en todos y cada uno de los estratos del sistema es lo que marca la diferencia en los momentos claves.
Para esto es fundamental comprender que la motivación de cada integrante del equipo, o en cada uno de los diferentes niveles de decisión es muy distinta. Para unos, la motivación puede residir en la mejora del medio ambiente, para otros puede ser encontrar el reconocimiento dentro de la empresa, y para otros puede ser conseguir mejorar la cuenta de resultados a través de todos los departamentos de la empresa.
Conseguir que todas esas motivaciones confluyan en un objetivo común es una garantía de éxito. Y no siempre es fácil.
2. “Mejorar significa cambiar”
No nos equivoquemos. Mejorar siempre significa cambiar. No podemos mejorar si seguimos haciendo las cosas de la misma manera. Por ello, y más allá de tener claras todas las tareas dentro de un Sistema de Gestión, es fundamental comprender que hay que pasar a la acción.
¿Cómo se consigue esto? A través de la generación de un listado de oportunidades de mejora extenso, que pueda ser alimentado desde diversos ámbitos dentro de la organización. Siempre existen muchas maneras de mejorar y no se requiere de grandes inversiones para ello.
No olvidamos la primera frase de uno de nuestros clientes, justo al inicio del proyecto. “Sabemos que, sin inversión, no hay ahorro”. Sin embargo, ahora, con más de 3 millones de € ahorrados a través de mejoras en control operacional, sin grandes inversiones, y con un largo listado de oportunidades aún por implantar, se han convertido en fanáticos de la continua mejora.
3. “Menos papel”
Dejemos atrás el viejo mantra de que los sistemas de gestión son un montón de burocracia.
Si algo caracteriza los Sistemas de Gestión Energética de Mutua Madrileña y Areej es su sencillez documental. Sin manuales, ni instrucciones técnicas, ni ningún documento que no esté exclusivamente destinado a fomentar o facilitar el ahorro de energía. De esta manera, la gestión se simplifica, se facilita el mantenimiento del sistema y, por tanto, se libera tiempo que podemos invertir en el objetivo principal: ahorrar.
¿Puede esto ser aceptable por los auditores en la certificación? Por supuesto. Las normas ISO describen los requerimientos de un sistema de gestión, pero no nos indican la manera de cumplirlos. Hacerlo de una manera sencilla, operativa y eficaz, o hacerlo a través de la generación de más y más papeleo es una decisión de cada organización.
Tras el éxito de la implantación del Sistema de Gestión Energética, en Mutua Madrileña han decidido adaptar otros Sistemas de Gestión para que se parezcan más al Sistema implantado por GEN Europe. ¡Señal de que funciona!
4. “Demostrar la mejora”
Demostrar la mejora del desempeño energético es uno de los requerimientos básicos del Sistema de Gestión. Para ello, es importante elegir un indicador que tenga en cuenta el impacto de todas las variables que afectan al consumo.
Es importante huir de ratios y otros indicadores que no son útiles, ya que no nos aportan información real sobre el desempeño. Sabemos lo que ocurre con las ratios, por ejemplo. ¿Está mejorando mi indicador porque he hecho las cosas bien o porque estoy produciendo más? ¿Y el clima? ¿No me afecta? ¿Cómo es posible demostrar la mejora si no incluyo todas las variables en la ecuación?
Tanto en Areej como en Mutua Madrileña entendieron desde el primer momento que necesitaban un indicador claro que permitiera comprender de manera inmediata si se estaba produciendo una mejora o no, para actuar en consecuencia. Por ello, desarrollamos indicadores basados en análisis de regresión que les permiten reaccionar ante excesos de consumo de una manera inmediata.
5. “Cumplimiento de objetivos ambiciosos”
Porque al final, lo que trasciende, y lo que impresiona tanto dentro como fuera de tu organización, son los resultados.
En 2013, Mutua Madrileña se propuso como objetivo a largo plazo (2020) ahorrar un 25% de energía, lo que suponía un objetivo 2.5 veces mayor que el objetivo nacional. A fin de 2018, el ahorro es ya del 23%, con una inversión muy limitada. Los ahorros superan los 4 millones de euros, y lo que es más importante, han conseguido que la eficiencia energética se convierta en un valor más de su organización.
Por su parte, Areej se planteó reducir su consumo de electricidad gas y agua en un 15%, un 5% y un 10% respectivamente en un solo año. Incluso a nosotros, optimistas por naturaleza, nos pareció arriesgado. El resultado no pudo ser más satisfactorio. En un solo año se consiguió reducir el consumo en un 11%, un 23% y un 15% respectivamente. En 2019, los objetivos han pasado a ser de un 8%, 10% y 11% respecto al año anterior, y a día de hoy se están cumpliendo.
Y junto a estos resultados, lo que se percibe es un cambio en el papel que juega la energía en general, y la eficiencia energética en particular dentro de cada empresa. La energía ha pasado a tener un papel protagonista, convirtiéndose en un pilar fundamental de la organización. La reducción de consumos está permitiendo aumentar la competitividad de las organizaciones y la reducción de emisiones de CO2 colocan a las empresas a la vanguardia de la sostenibilidad, y suponen un magnífico ejemplo para la sociedad actual de que un futuro sostenible es posible.
Dos organizaciones muy diferentes, en sectores muy diferentes, en países y culturas muy diferentes, unidos por una filosofía común.
El equipo de GEN Europe está orgulloso de ser punto de unión y parte activa de ambos proyectos. Tras haber implantado el sistema de Gestión Energética en ambas organizaciones, seguimos hoy colaborando codo con codo con ambas para ayudarles a seguir mejorando.