Cuando piensas en el consumo energético de tu empresa tiendes a recordar los grandes picos de consumo en invierno y verano.
¿Y qué ocurre con el periodo intermedio? El entretiempo puede ser muy útil para detectar oportunidades de ahorro.
¿Cuánta energía se consume en tu empresa? Bien en € o en kWh, seguro que tienes en mente una cantidad anual.
También eres consciente de los grandes picos de invierno y verano.

La influencia climática hace que, generalmente, esos sean los periodos con un consumo mayor de gas natural (para calefacción) y electricidad (para refrigeración). Por ello, indirectamente, se tiende a pensar que las grandes oportunidades de ahorro en una organización surgirán de mejoras detectadas en los periodos pico de consumo. Pero ya sabemos que los extremos nunca han sido buenos.
Los periodos de entretiempo tienen muchas particularidades, encontrándonos días consecutivos con características climáticas muy diferentes: días fríos, días cálidos (los llamados “veranillos”), etc.
Esto hace que el otoño y la primavera sean estaciones perfectas para detectar oportunidades de ahorro y optimizar nuestras instalaciones.
No acelerar y frenar al mismo tiempo
Da igual cuando te sacaras el carnet de conducir. Hay una lección que no hace ni falta que nos digan: para mantener una velocidad constante, o se frena o se acelera. Nunca las dos a la vez.
Entonces, ¿por qué lo hacemos con nuestros equipos de climatización?
Durante los pocos meses que dura el otoño, es común encontrarnos con una variabilidad de condiciones climáticas alta: días de mucho calor (con una demanda de refrigeración importante), seguidos por días de frío, con unas temperaturas exteriores bajas que demandarán calefacción para nuestra planta o edificio. Si no reaccionamos rápidamente, podemos acabar con la calefacción y el sistema de refrigeración funcionando de manera simultánea, luchando entre sí.
El exceso de aporte de unos de ellos provoca la respuesta del contrario, y así sucesivamente, entrando en una espiral de derroche para mantener unas condiciones interiores que realmente no son difíciles de alcanzar. Es como acelerar y frenar continuamente para mantener una velocidad constante. ¿A que no lo haces cuando conduces?
¿Siempre se quejan los mismos? Escúchalos.
Escucha a los usuarios. Son una fuente de información muy importante. En periodos de entretiempo, un problema en los sistemas de calefacción o refrigeración, puede afectar a los usuarios y provocar una falta de confort puntual y localizada.
La solución tradicional es aumentar la carga de calefacción si tienen frío, o la de refrigeración si tienen calor para evitar quejas o problemas.
Sin embargo, lo único que estamos consiguiendo con eso es caer de nuevo en el caso previo: el acelerador y el freno.
¿Qué puedes hacer entonces? Analiza el problema, comprueba el funcionamiento de los equipos cercanos a esa zona, comprueba la estanqueidad de las ventanas o persianas, y resuelve el problema de origen. Con eso conseguirás un ambiente más confortable durante todo el año, un usuario más contento y un ahorro de energía.
Recuerda que, aunque ese problema se esté manifestando de manera más clara en otoño y primavera, seguramente ese derroche de energía sea continuo durante los 365 días del año.
Ni tanto ni tan poco
Aunque muchos días necesitaremos encender la calefacción o el aire acondicionado, nunca lo haremos al máximo. Además, en un período corto de tiempo, podrás observar el comportamiento de dichos sistemas en días con demandas diferentes. Aprovéchalo.
Con los equipos funcionando a media carga, es el momento ideal para revisar la operación de sistemas con más de un equipo de producción: Sistemas con varias enfriadoras o varias calderas funcionando en paralelo o en cascada.
Analiza cómo se adaptan a tus necesidades. ¿Existen muchas arrancas y paradas? ¿El número de enfriadoras en uso a la vez no se corresponde con la demanda de refrigeración en cada momento? Es más difícil valorar esto en periodos pico, en los que los sistemas están funcionando a plena carga, así que no dejes pasar la oportunidad.
Y no podemos terminar sin acordarnos del agua
Comienzan las lluvias. ¿Cuántas veces has visto parques y jardines siendo regados mientras llueve? ¿O poco después? Desgraciadamente, muchas, seguro.
Controlar el consumo de agua para riego en base a las precipitaciones no sólo te ayudará a reducir los consumos, sino que garantizará que las especies vegetales tienen la cantidad de agua que necesitan, ni más ni menos. Recuerda que un exceso de riego también daña la planta, así que no hay excusa.
Además, otro de los grandes consumidores de agua en muchas organizaciones son las torres de refrigeración. Como siguiendo los puntos anteriores ya habremos reducido el consumo en enfriadoras, veremos inmediatamente como también se reduce el consumo de agua en torres.
En GEN Europe somos especialistas en mejora continua, optimización de sistemas y Sistemas de Gestión Energética. Y no descansamos. Cada estación del año tiene características diferentes, y nos aprovechamos de ello para detectar oportunidades y ayudar a nuestros clientes a mejorar.