Hay medidas de ahorro que funcionan en la gran mayoría de edificios e instalaciones. Pero, una vez implantadas, ¿te cuesta encontrar otras maneras de optimizar su funcionamiento? En el mundo de la eficiencia energética, no está todo inventado.

¿Alguna vez te has planteado meter las sábanas en el congelador antes de meterte en la cama?
Esta era una de las ideas que publicaba el verano pasado un artículo en un periódico inglés.
Nuestros vecinos del norte de Europa, sufriendo los estragos del calentamiento global, proponían a sus lectores ideas para sobrellevar unos veranos cada vez más parecidos a los que padecemos en el sur.
Puede que nos parezca una idea un tanto descabellada, ¡pero funciona!
La campaña Coolbiz, una idea, ¿inconcebible?
En el verano de 2005 Japón, el país que da nombre al famoso protocolo veía cómo su nombre figuraba entre las naciones con más altos niveles de emisiones de gases de efecto invernadero.
Mientras tanto, miles de japoneses acudían, ordenados y perfectamente trajeados, a sus puestos de trabajo.
Yuriko Koike, ministra de Medio Ambiente, tuvo una idea: liberalizar la vestimenta en la oficina en los meses estivales.
Esto permitiría aumentar la temperatura del aire acondicionado hasta los 28ºC, ahorrando millones de yenes cada verano en energía.
¡Fuera el traje y la corbata!
La sociedad nipona se rige por unas reglas muy estrictas de comportamiento, respeto y manera de relacionarse unos con otros. Esto se manifiesta en la vestimenta. ¿Cómo iban a presentarse ante superiores o clientes sin llevar, al menos, una chaqueta?

Aunque una idea descabellada, el primero ministro japonés no dudó en aparecer en mangas de camisa para apoyar la causa Coolbiz.
Entonces, el primero ministro, Junichiro Koizumi, comenzó a dar ruedas de prensa y comparecencias en mangas de camisa.
Logró liberalizar por fin los estándares de lo que implicaba una imagen seria y “correcta” y puso el foco en un problema mucho mayor: la creciente escasez de recursos, el aumento de la contaminación y los elevados precios de la energía. Nació la campaña “CoolBiz”.
Los resultados fueron apabullantes: en su primer año, la campaña logró una reducción estimada de 460.000 toneladas de CO2, que aumentó a 1,14 millones de toneladas de CO2 en su segundo año. Equivalente a lo que consumían 2,5 millones de hogares japoneses.
Ideas que rompen moldes
Puede que esta idea ya no nos parezca rompedora. Muchas empresas hoy en día relajan su vestimenta durante los meses de verano, evitando mantener el aire acondicionado a temperatura excesivamente baja (las temidas “oficinas-nevera”).
Pero son ideas como estas, originales, rompedoras las que cambian las cosas.
¿Qué puedes implantar en tu empresa?
En el mundo de la eficiencia energética no todo está inventado. Cada instalación es diferente y siempre existen maneras de optimizar su funcionamiento para así prolongar su vida útil y ahorrar energía.
Si este mes de agosto te has decidido a aprovechar para hacer algunos cambios en tus instalaciones, es el momento de incorporar medidas innovadoras.
Comienza con una mirada crítica a tu alrededor y céntrate en tu objetivo. ¿Podrían las cosas funcionar de una manera levemente diferente?
5 ideas originales de ahorro para aplicar en verano:
1. ¿Son los horarios de encendido y apagado iguales en todas las salas? ¿Se podrían cambiar o escalar para adaptarse mejor a las horas de uso, orientación, cargas internas, etc. de cada una? Si en alguna parte del edificio tienen la suerte de tener jornada intensiva, ¿se han modificado todos los horarios que afectan a ese área?
2. En las salas que necesitan refrigeración, como los CPDs (Centros de Procesamiento de Datos), ¿se está refrigerando una sala completa, o solamente las partes más críticas que realmente necesitan el aporte de frío? ¿En tu casa enfrías toda la cocina o solamente unos cajones del congelador?
3. ¿Estás aprovechando la ventilación cruzada? ¿Abren tus ventanas en el sentido más óptimo para favorecerla? En ocasiones damos algunas cosas por sentadas cuando unos tornillos podrían favorecer mucho nuestro confort.
4. ¿Has revisado si tus equipos de climatización de aporte de aire exterior introducen la mínima cantidad de aire posible en las horas más calurosas del día? Así se podrá recircular la mayor parte de aire posible que ya está atemperado y se usaría menor cantidad de refrigeración.
5. Y, por último, ¿estás midiendo bien? Si ya has implantado medidas de ahorro, no olvides incorporar las variables significativas que afectan a tus consumos en tus cálculos para ver si realmente han tenido éxito o no.