El verano llama a nuestra puerta. Desde tu mesa, sueñas con las vacaciones, la playa, las terrazas, las siestas… Hasta que te despiertan, como en una auténtica pesadilla, las palabras “operación bikini”. ¿O eran “auditoría energética”? ¿Qué da más miedo?
¿Qué has hecho tú para cumplir con el Real Decreto 56/2016? ¿Vas a utilizar la auditoría energética para mejorar tus números en sostenibilidad? ¿O saldrás del paso como puedas, haciendo el mínimo esfuerzo, para seguir con otras cosas más importantes?
Realmente, no es que no te importe el futuro del planeta. Más bien, es que la lucha diaria por sacar adelante tu trabajo te fuerza a dejarlo en un segundo plano. No nos engañemos, no tienes tiempo.
Una auditoría energética debe ser útil.
Que nos pongan a dieta nunca es agradable. ¿No sería maravilloso ver cómo íbamos a quedarnos al terminarla?

Empezaríamos la famosa operación bikini con ganas, sabiendo que, tras unas semanas de esfuerzo, nos sentiríamos orgullosos y en mejor forma.
A diario vemos a muchas empresas que se decantan por pasar las auditorías como una manera de cumplir una ley que viene a dificultarnos la vida, para poder seguir con su trabajo lo antes posible.
Con ello, están perdiendo una gran oportunidad.
En GEN Europe no tenemos bola de cristal, pero sí experiencias muy diversas. Por eso, queremos compartir contigo algunas de ellas.
Para que no cometas el mismo error que aquellos que ven en las auditorías energéticas un procedimiento costoso e inútil. Para que no te limites a cambiar de tarifa, poner bombillas nuevas y seguir con tu día a día.
Para que aproveches la situación, te sitúes el primero, y empieces a mejorar tu rendimiento energético desde hoy mismo.
6 sorpresas que esconde una buena auditoría energética
1. No hace falta tener mucho presupuesto.
Podríamos llamarlo “el clásico básico”. Es oír las palabras “oportunidad de ahorro energético” y tú piensas: ¿cómo puede ser eso ahorro, si me va a costar varios miles de euros?
Cualquier buena auditoría energética concluye con un listado de medidas de ahorro energético completo, que repasa todos tus equipos consumidores de electricidad, gas u otras fuentes. Analizando una por una, este informe contiene el coste de implantación de todas ellas, los ahorros estimados, las emisiones evitadas, etc. Un auténtico “menú de mejoras” a tu entera disposición.
Si, además, las recibes ordenadas de mayor a menor coste, dispones de un abanico de intervenciones que te permite saber qué puedes acometer primero.
2. Empezar la auditoría da pereza, pero enganchan (increíble, ¡pero cierto!)
Mejorar y sentirse bien, engancha. Los deportes de moda (como el crossfit, el spinning, el yoga y tantas otras) van y vienen, pero todos buscan un mismo objetivo: estar en forma y más sano.
Igualmente, la tecnología de la eficiencia energética mejora y cambia, pero el autoanálisis, la buena gestión y los resultados positivos son constantes de éxito.
Así, hemos visto a clientes comenzar con un pequeño gap analysis (visita de un día, menos exhaustivo que una auditoría) de sus instalaciones y operación, para evaluar cómo podrían mejorar. Los resultados hablan por sí solos: auditaron 14 de sus edificios, dentro de un Sistema de Gestión de la Energía. Tras dos años de gestión y mejoras de bajo coste, los ahorros superan los 5,891,444 kWh, casi 430,000 euros.
3. Sabías que el análisis de datos te podía dar mucha información, pero no esperabas que fuera tanta.
No hablamos de cientos de medidores y números por todos sitios. Hablamos de su interpretación y utilidad para predecir el futuro.
Puedes tener datos sobre todos los consumos en tu edificio, pero, si no puedes saber con certeza por qué suben o bajan, los factores que les afectan, y cómo remediarlos, de poco te sirve.
*Echa un vistazo a nuestro post sobre análisis de datos de consumo.
Un análisis de datos de consumo utilizando la regresión te permite saber los factores que afectan a tu consumo energético, tus tendencias de consumo, las oportunidades de ahorro y mejora de confort que puedes hacer desde tu mesa.
Sin mover ni un dedo.
4. Seguro que te pasas de seguro.
En muchas industrias, la seguridad es fundamental. Protocolos de limpieza, número de partículas en el aire, renovaciones por hora…
Sin embargo, seguro que conoces el sobredimensionado. El “por si acaso, vamos a darle un poco más de margen”.
Pues bien, en sectores como el farmacéutico, la seguridad es causa de grandes excesos energéticos. Hay que cumplir la normativa, sí, pero no dejar que se convierta en una excusa para derrochar.
A través de auditorías energéticas en este sector, hemos visto cómo a veces se llegan a malgastar más de 600 euros al día en temas como las renovaciones de aire por hora, por causa de un exceso de celo que supera con creces la normativa recomendada.
5. Te lo pensarás dos veces antes de comprarte ese nuevo equipo último modelo.
No es que no sea útil, funcional, eficiente y puede que incluso bonito. Es que, tras la auditoría energética, tus necesidades habrán cambiado.
Con ajustes en cómo se operan los equipos lograrás reducir tu demanda energética y, por lo tanto, tu consumo. Estarás tan contento con estar ahorrando energía con esas calderas que hasta ahora te daban problemas, que no querrás dejarlas ir hasta haber puesto en práctica todas las oportunidades de coste cero.
En ese momento, con muchos euros acumulados en tu presupuesto, saldrás a buscar el equipo que cumplirá con tus necesidades a la perfección.
6. Las grandes mejoras son aquellas de las que menos vas a presumir (hasta que las hagas).
Cuando llega el viernes y es hora de ir al bar, seamos sinceros, decir que has ahorrado 2.000 euros apagando equipos… no es muy emocionante.
Impresiona mucho más hablar de la nueva turbina eólica o enfriadora última generación con wifi incorporado, que te permite ver hasta los partidos de liga desde el trabajo.
¿Pero qué tal decir que estás ahorrando varios cientos de miles de euros este año gracias a cambios del caudal de aire de extracción? Lo has logrado utilizando tus equipos de manera más eficiente. Tendrás todo bajo control y gracias a ello, necesitas menos tiempo en su mantenimiento. Hasta te da tiempo a llegar a tiempo a ver el inicio del partido con tus amigos.
Eso ya cambia…
Así que, sea por el Real Decreto 56/2016, la COP21, los objetivos 20/20/20 o la semana de la eficiencia energética, las auditorías energéticas te piden que les des una oportunidad, y descubras lo que pueden hacer por ti. (¡y a lucirse este verano!)